...que resposa sobre el pétalo es un díptero bombylidae al que muchos conocen con el nombre de parageron gratus y al que tantos más subestiman como a esa puñetera avispa rara que verás tú si no me pica y me hace un ronchón.
Ser gratus es tan fácil y divertido como amanecer. Así, si usted no es gratus, dificilmente podrá ser divertido y, posiblemente, nunca amanecerá. Probablemente se sienta amenazado por un molesto fulgor, toda vez que sus párpados se abran -fenómeno que se produce, aproximadamente, cada veinticuatro horas-.
Ser parageron ya es más complicado. Si usted fuese un parageron no estaría leyendo éstas líneas, y de recostarse sobre el pétalo de una margarita, sentiría lo mullidos que son los amaneceres sobre un instante de vida que casi siempre tiende a abrazarnos. Ahora bien, si usted fuera un poco metempsicótico lo tendría más fácil, pues ora amanecería rosa, ora despertaría espina.
Personalmente no me anima la metempsícosis, pues pienso que fueron los hombres quienes crearon a los dioses, y no al contrario. También pienso que, desde que el primer hombre crease al primer dios, éste se sintió legitimado para transmutar moscas en avispas y margaritas en manotazos. Qué disgusto.
Y el hombre creó el fuego para defenderse de las bestias, pero viendo que no sólo de bestias tendría que defenderse, creó a dios. Más tarde el hombre pensó que su defensa podría ser un buen ataque, y así nos luce el pelo.
NOTA: Qué gratus me ha sido amanecer encontrando esta entrada que el futuro bloguero escribió hace poco más de un año.
Ser parageron ya es más complicado. Si usted fuese un parageron no estaría leyendo éstas líneas, y de recostarse sobre el pétalo de una margarita, sentiría lo mullidos que son los amaneceres sobre un instante de vida que casi siempre tiende a abrazarnos. Ahora bien, si usted fuera un poco metempsicótico lo tendría más fácil, pues ora amanecería rosa, ora despertaría espina.
Personalmente no me anima la metempsícosis, pues pienso que fueron los hombres quienes crearon a los dioses, y no al contrario. También pienso que, desde que el primer hombre crease al primer dios, éste se sintió legitimado para transmutar moscas en avispas y margaritas en manotazos. Qué disgusto.
Y el hombre creó el fuego para defenderse de las bestias, pero viendo que no sólo de bestias tendría que defenderse, creó a dios. Más tarde el hombre pensó que su defensa podría ser un buen ataque, y así nos luce el pelo.
NOTA: Qué gratus me ha sido amanecer encontrando esta entrada que el futuro bloguero escribió hace poco más de un año.
Clase: Insecta
Orden: Diptera
Familia: Bombylidae
Género: Parageron
Especie: Parageron gratus (Loew 1856)